No sólo sirve como joyas estos pequeños compuestos de cárbono, sino que además, estarían realizando un aporte considerable al tratamiento de esta mortal enfermedad.
Numerosos estudios ya han investigado y explorado las posibilidades de los diamantes en el tratamiento contra el cáncer. Ahora, un equipo de científicos de la Facultad de Física de la Universidald de Sídney (Australia) afirma que estas piedras preciosas pueden ser muy útiles en el diagnóstico de los cánceres en sus etapas más tempranas.
Los investigadores emplearon una versión sintética de diamantes a nanoescala (con 4-5 nanómetros de diámetro), llamados nanodiamantes, que no son reactivos ni tóxicos para el cuerpo humano, sometidos a un proceso de hiperpolarización, donde los átomos de un diamante se alinean para producir una señal que puede ser recogida por los escáneres de resonancia magnética.
“Al explorar acerca de estas propiedades no tóxicas, nos dimos cuenta de que los diamantes tienen características magnéticasque les permitían actuar como faros en las resonancias magnéticas”, explica David Reilly, coautor del estudio.
De esta forma, mediante la resonancia y los nanodiamantes, los científicos fueron capaces de ver cómo los cánceres se iluminaban sin tener que realizar ningún tipo de intervención quirúrgica u otro tipo de pruebas invasivas.
Los expertos están convencidos de que este hallazgo muestra una prometedora estrategia para el diagnóstico precoz del cáncer y su tratamiento. Además, el hecho de que se trate de versiones sintéticas de esta piedra preciosa, su coste y su obtención son ambas muy accesibles. El siguiente paso será la experimentación con animales antes de pasar al ensayo con humanos.
“Este es un gran ejemplo de cómo la investigación en física cuántica aborda los problemas del mundo real, desvelando el camino de los cánceres mucho antes de que se conviertan en un peligro en la vida del paciente”, comenta Ewa Rej, líder del estudio.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.
La resistencia que el cáncer desarrolla a la quimioterapia contribuye a más del 90 por ciento de las metástasis, pero la adición de unos diamantes que miden una milésima de milímetro podría mejorar el tratamiento, según un artículo que publica la revista Science Translational Medicine.
Dean Ho, un profesor de ingeniería biomédica y de ingeniería mecánica en la Universidad Northwestern, en Chicago, cree que la pequeña partícula de carbono llamada nanodiamante podría ofrecer una alternativa eficaz para llevar el medicamento a los cánceres de tratamiento difícil. Los nanodiamantes son materiales con base de carbono de aproximadamente 2 a 8 nanómetros de diámetro (un nanómetro es una millonésima de metro).
La superficie de cada nanodiamente posee grupos funcionales que permiten que se adosen a él una amplia gama de compuestos, incluidos los agentes de la quimioterapia. Los investigadores tomaron esos nanodiamantes y enlazaron a ellos el compuesto doxorubicin, que se usa comúnmente en la quimioterapia, usando un proceso de síntesis a escala, lo cual realza la liberación sostenida del compuesto.
En sus estudios de cáncer de hígado y de mama “in vivo” , Ho y su equipo multidisciplinario de científicos, ingenieros y clínicos encontraron que una cantidad normalmente letal de compuestos de quimioterapia reduce el tamaño de los tumores en ratones, cuando se aplica enlazada con los nanodiamantes
También mejoran las tasas de supervivencia y no se observaron efectos secundarios en los tejidos y órganos.
Según el artículo éste es el primer trabajo que ha demostrado el significado y el potencial de los nanodiamantes en el tratamiento de cánceres que se han tornado resistentes a la quimioterapia. “Este método podría mejorar significativamente la eficacia del tratamiento del cáncer resistente a los medicamentos, y podría mejorar simultáneamente la seguridad del tratamiento” , indicó Ho.
El investigador añadió que “estos son beneficios cruciales. Elegimos estudiar estos cánceres que resisten a los compuestos terapéuticos porque siguen siendo una de las barreras principales en el tratamiento del cáncer y el mejoramiento de las tasas de supervivencia de los pacientes”. En los cánceres de hígado y mama que los investigadores estudiaron en los ratones del laboratorio, los medicamentos fueron capaces de entrar a los tumores, pero fueron expulsados debido a una respuesta innata del hígado y de las mamas para expulsar esos compuestos.
Los científicos trataron a un grupo de animales con una combinación de doxorubicin y nanodiamantes, y al otro grupo sólo con el compuesto químico. En los que recibieron el tratamiento combinado el compuesto químico terapéutico permaneció 10 veces más en circulación que en los ratones que solo recibieron el compuesto químico.
Además, señaló el artículo, el compuesto permaneció dentro de ambos tipos de tumores por un período significativamente más prolongado, y eso significa que se necesitaría administrar una cantidad menor del compuesto que es muy tóxico, y de esa manera se reducen los efectos secundarios.